Un jardincito colgante tan original como éste, bautizado con el nombre de Light Babylon, resulta perfecto para conseguir una atmósfera natural en casa o en cualquier otro espacio interior. ¿Pero, también es lámpara? En efecto, y ahí está la gracia del ingenio, precisamente, en ser un dos en uno de lo más verde, sobre todo si para iluminar también utilizamos una bombilla de bajo consumo.
Su creador es Ryan Taylor, un diseñador canadiense que ha conseguido que una luminaria (el mismo soporte de la lámpara) funcione también como una maceta. Un logro que ha alcanzado con nota, al menos en cuanto a diseño se refiere, con un bonito toque futurista que no deja de ser minimalista a su vez.
Un jardín de hierbas
La idea podría ser muy interesante para el cultivo de plantas aromáticas de uso culinario, como la albahaca, el romero o el tomillo. También, dentro de un concepto práctico, podríamos atrevernos a tener un mini-huerto para conseguir tomatitos o similares, aunque su uso sería más decorativo que productivo, lógicamente.
Otro uso sería fuera de la cocina, aunque para esto se agradecerían lámparas de más colores, primando las plantas más adecuadas para purificar ambientes interiores de todo tipo. Eso sí, siempre sería importante que la habitación estuviera iluminada de forma natural, pues de lo contrario las plantas sufrirían buscando la luz, intentando orientarse en vano hacia el foco o bombilla.
Actualmente, la lámpara está en fase de prototipo y se expone en ferias, como la Interior Design Show, que se celebra esta semana en Toronto. Por lo tanto, todavía no se comercializa en plan industrial, si bien pueden adquirirse algunas unidades limitadas que ya se han realizado, para lo que hay que contactar con el creador a través de su página web.
Bonita es, pero agua y electricidad junto no me fio mucho.
Sí, da reparo, la verdad, pero supongo que se habrá tenido esto en cuenta a la hora de diseñarla. Más vale, la verdad…