Las bananas, en peligro por el cambio climático


Las bananas o plátanos son una fruta que gusta a casi todo el mundo, pero su enorme popularidad no basta para que siga produciéndose de forma masiva en el futuro. Si tenemos en cuenta los efectos del cambio climático y los retos de sostenibilidad que se plantea la industria bananera, comprenderemos que existe una clara incertidumbre a consecuencia de la variación de las temperaturas.

Su enorme popularidad, por lo tanto, no lo salva de los riesgos. Muy al contrario, como ocurre con otros cultivos agrícolas, el cambio climático afecta a su producción al afectar el suelo, el agua y la biodiversidad. ¿Pero, entonces nos quedaremos sin plátanos?

Aunque los plátanos de Canarias y las zonas tradicionalmente bananeras crecen en puntos geográficos muy distintos, para todos ellos existe este riesgo, si bien se sufrirá de modo distinto. Una amenaza que, en general, se debería combatir controlando la huella de carbono de cada producto alimentario, es decir, ofreciendo al consumidor información sobre la sostenibilidad de los mismos, incluyendo el transporte necesario para su distribución o la energía que conlleva su producción. Se trata, en suma de cultivar productos bajos en CO2, una tendencia incipiente.

Un futuro incierto

Esta importancia de la gestión ambiental es uno de los grandes desafíos que ha de enfrentar la banana. La estimación de emisiones se realiza considerando también el carbono absorbido por las plantas, obteniéndose un balance neto. En este aspecto, mejorar esta cifra es un punto clave que hará que la industria bananera no sólo contribuya al cambio climático, sino que ayude a combatirlo.


Sobre estas cuestiones se debate esta semana en el V Congreso Internacional de Banano que acoge Costa Rica.»Los consumidores prefieren pagar más por un banano que se produzca en armonía con la naturaleza y respete los derechos de los trabajadores», dijo en su inauguración el presidente de la Corporación Bananera Nacional costarricense (Corbana), Eduardo Gómez.

La disminución de la producción es otro de los grandes miedos. El avance del cambio climático traerá eventos extremos y aumentos de temperatura que podría reducir las cosechas y aumentar la incidencia de enfermedades y plagas. Por lo tanto, aunque este año se espera aumentar la producción, a medio y largo plazo la banana no está garantizada en nuestra mesa.

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