En más de una ocasión se ha puesto de manifiesto el impacto de la acción del hombre y de los incendios en el entorno natural. Unas consecuencias que ahora se constatan nuevamente en una investigación que ha sido dirigida por la Universidad de Yale. En este estudio se refleja que el ser humano y el fuego han alterado el medioambiente desde la antigüedad.
El estudio
La investigación realizada corrobora que el sur humano ha alterado con el fuego ecosistemas enteros. Una conclusión a la que ha llegado con evidencias arqueológicas en las que se ha tenido en cuenta grupos de artefactos de piedra que datan de hace 92.000 años.
Los artefactos examinados por el equipo de investigación son del tipo producido en África durante la Edad de Piedra Media. Un período que se remonta a unos 315.000 años y durante el que los primeros humanos ya hicieron su aparición.
Estas evidencias se han combinado con datos paleoambientales en la costa norte del lago Malawi en África oriental con el fin de documentar los primeros pasos de estas poblaciones y su actividad en el ecosistema.
Conclusiones
Con estos datos, el estudio, que se ha publicado recientemente en Science Aadvances, constata que estos primeros pobladores utilizaron el fuego para impedir el crecimiento de los bosques en la región. De este modo, se creó un extenso matorral que todavía existe en esta zona.
Esta es la evidencia más temprana que han detectado y que confirma la acción del hombre para transformar su ecosistema con el fuego. Además, este hallazgo sugiere a su vez que en el Pleistoceno tardío, los humanos ya estaban aprendiendo a usar el fuego con formas novedosas como la quema.
Los investigadores también descubrieron que el registro arqueológico regional y sus cambios ecológicos, así como el desarrollo de abanicos aluviales cerca del lago Malawi, datan del mismo período de origen. Esto viene a afirmar que estaban conectados.
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