Me maravilla ver de qué forma tan sencilla se ha conseguido fabricar un jardín o huerto hidropónico que resulta tan decorativo como útil, perfecto para dentro y fuera de casa.
El invento se llama Fizzy Farm, ocupa menos de cuatro metros cuadrados y su secreto no es otro que tener un aspecto decorativo y a la vez saber aprovechar el espacio para conseguir una alta productividad en un sitio mínimo, fácil de encontrar en el ámbito doméstico, ya sea en cualquier estancia, en el balcón, en la terraza o en un jardín.
Se aprovecha tremendamente el espacio en horizontal gracias a la técnica de la hidroponía, que necesita un mínimo de tierra para llevar a cabo cultivos exitosos, y también se usa el vertical, en concreto colocando unas guías que ayudan a que las plantaciones ocupen todo el espacio disponible y, en su caso, igualmente a colgar una luz en espacios de interior sin suficiente iluminación.
Un huerto orgánico en casa
Pero, sin lugar a dudas, lo mejor de Fizzy Farm es que nos permite tener nuestro pequeño huerto orgánico al alcance de la mano, tanto para cuidarlo y controlar su calidad como para abastecernos día a día, en toco momento. Ser portátil hace posible, además, trasladarlo donde interese en función de la climatología o del tipo de cultivo.
Su instalación se realiza en pocos minutos, afirman sus creadores, pero lo cierto es que todavía es más rápida la inspiración que nos proporciona la idea en sí. Fácil de fabricar y de emular, sólo hemos de buscar una estructura de madera para darle un aspecto decorativo a una sencilla base de cultivo hidropónico, sin más historias. Simple, efectivo, saludable, entretenido y bonito. No se puede pedir más.
Muy bueno el informe , variado .
Gracias Karina, lo cierto es que la idea tiene su miga. Un saludo