Piezas de ajedrez hechas con una sola rama de árbol


Crear cualquier tipo de juego entretenido con una simple ramita de árbol es todo un logro, pero resulta especialmente meritorio si, rizando el rizo, además se consiguen hacer todas las piezas de un ajedrez con un diseño de lo más cool.

La obra es artesanal de cabo a rabo, como no podía ser de otra manera. Viendo el resultado uno se da cuenta de hasta qué punto la imaginación y el arte juegan un papel clave a la hora de hacer obras interesantes con el sello ecológico del reciclaje.

El diseñador británico Peter Marigold es el padre de esta original creación, compuesta por tantas fichas como es preceptivo en el juego del ajedrez o, lo que es lo mismo, un par de grupos compuestos por un rey, una reina, dos alfiles, dos caballos, un par de torres y ocho peones.

Cómo surgió la idea

La idea surgió como tantas otras, por pura casualidad. El diseñador estaba pasando una temporada en una residencia de artistas en Noruega cuando quiso fabricarse un ajedrez para un sólo uso. Fue entonces cuando la maravillosa naturaleza que le rodeaba le brindó la rama en cuestión, de la que saldría una auténtica maravilla que acabó reclamando su lugar entre las obras del artista.


Marigold creó el ajedrez aprovechando el tamaño y la forma de la rama, eligiendo distintas partes de la misma con cuidado para lograr más fácilmente una similitud con las diferentes piezas. Con gracia a raudales, hizo los caballos con «los hocicos hacia abajo» y los reyes y reinas con «las narices hacia arriba».

El resultado me parece fantástico, estiloso y al tiempo sin perder el encanto de lo tosco, sin olvidar su aspecto ecológico, tan orgánico y biodegradable como respetuoso con los árboles.

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