Se llama Filtration block y es un ingenio la mar de natural que promete purificar el aire gracias al poder desintoxicante de algunas plantas. Su creador, Elaine Tong, asegura que se trata de un sistema eficaz que filtra el aire gracias a la capacidad de las plantas para absorber las toxinas presentes en ambientes interiores.
Su lugar en cualquier estancia es colgado del techo o en plan mural, enganchado a la pared, y ha sido diseñado y fabricado en la Universidad RAD de Toronto, encontrándose en la fase de prototipo. En principio, se ha concebido con la idea de hacer frente a poluciones propias de las viviendas urbanas, si bien su uso es doméstico en general, sin más.
Tong se inspiró en las formas geométricas de Weaire Phelan para crear este curioso invento, y la forma no es un capricho, si bien se puede cambiar la disposición de los diferentes módulos de forma creativa. Por lo que parece, además, es precisamente la disposición de los bloques lo que ayuda a mejorar los resultados en descontaminación atmosférica, gracias a los procesos simultáneos que se llevan a cabo, tanto de absorción como de liberación del aire.
De este modo, el purificador se comporta como una especie de ser vivo, y de hecho lo es, al albergar plantas en sus celdas, todas ellas seleccionadas por ser altamente eficaces en la absorción de toxinas típicas de ambientes cerrados, como el benceno o el formaldehido. Un ser vivo cuya misión no es otra que mejorar la calidad del aire, es decir, de fomentar la salud ambiental.
Por supuesto, este peculiar purificador también está pensado para ser un lugar agradable para las plantas, pues actúa como una especie de microinvernadero donde encuentran micronutrientes, agua y luz en cantidades óptimas gracias a sensores.