Volver a utilizar un papel de regalo una segunda vez es sencillo si tenemos cuidado a la hora de abrir el paquete. Luego, simplemente bastará con haberlo guarddo con cuidado y reutilizarlo, sin más. Otra cosa es querer darle un uso alternativo que nos permita encontrar una utilidad práctica al tiempo que cuidamos del medio ambiente.
En este segundo caso, también lo tenemos fácil si nos conformamos con forrar un libro, una carpeta o, por ejemplo, con hacer lo propio con unos rollos de wc para obtener vistosos lapiceros. Con un poco de imaginación, sin embargo, podemos conseguir resultados más originales y sorprendentes.
Forrar distintas superficies es una manera de conseguir algo distinto. El fondo de una estantería es un lugar perfecto para crear un espacio decorativo que aporte un toque especial a un rincón del hogar.
Adornos festivos
Forrar las baldas de una estantería requiere de un papel transparente protector que nos asegure una mínima durabilidad. Y, por supuesto, otra opción es utilizarlos en la confección de los típicos lazos repletos de bucles que compramos ya hechos. Hacerlos nosotros mismos con paciencia y mimo dará como resultado un envoltorio personalizado, que podemos mejorar con una tarjeta con dedicatoria, obtenida de un recorte del mismo papel de regalo al que pegaremos una pequeña cartulina o cartòn.
Cortarlo en finas tiras de distinto grosor también lo convierte en una materia prima idónea para crear adornos que hagan brillar una estancia en fiestas navideñas, de cumpleaños o en cualquier otra fecha señalada.
Si tenemos especial habilidad para las manualidades, de unas simples tiras obtendremos fàcilmente unas cadenas de papel de regalo o diferentes figuras en forma de estrella, de corazón, etc., que adornen paredes, árboles navideños o cualquier otro espacio.