Los tejados pueden ser un lugar estratégico para acoger vida silvestre, y no sólo porque las aves acostumbren a anidar en el hueco de la chimenea o debajo de las tejas. Con la original teja Birdhouse, se nos brinda la posibilidad de que los pájaros tengan un refugio a su medida en el tejado sin resultar molestos.
Además de ser un toque divertido, incluso encantador en cualquier hogar, estas curiosas tejas fabricadas con un material convencional, la típica arcilla, pueden hacer una gran contribución en la preservación del entorno.
En efecto, ofrecer uno o varios lugares donde anidar a las aves que están amenazadas o en peligro de extinción puede hacer la diferencia si el gesto se extiende. Además, la arcilla tiene la propiedad de ser resistente a las temperaturas extremas y, al tiempo, su hoquedad profunda y pequeña puerta de entrada permite también la protección de lluvias, granizos o nevadas.
Una casita en el tejado
Otra de sus ventajas es la lejanía de depredadores, aunque no estaría yo tan segura que los gatos u otros animales no pudieran acceder relativamente fácil hasta él. Todo dependerá, lógicamente, de la accesibilidad del tejado en cuestión.
Y, por supuesto, la idea es genial para animar los entornos urbanos pobres en pajaritos, que haberlos, también haylos. Por lo tanto, cuando nos encontremos con una teja rota o nos sorprendamos tristones, mirando hacia un cielo gris, deshabitado en exceso, quizás sea el momento idóneo para ofrecerle un pisito a una famlia con plumas.
Este modelo ha empezado a comercializarse recientemente. Acaban de producirse los primeros cien y se venden oline desde el país donde el invento cobró alas, los Países Bajos. Su confección se ha realizado teniendo en cuenta los consejos de asociaciones protectoras de pajáros recabados por su autor, Klaas Kuiken.