Pasito a pasito cargamos el móvil, sin gastos ni complicaciones. Sólo hay que caminar para recargarlo, así de fácil. ¿Es magia? Nada de eso, pura y simple tecnología. La artífice es una curiosa plantilla bautizada como SolePower.
No sólo nos quita la preocupación de estar siempre pendientes de la batería del teléfono, algo muy habitual en el caso de los siempre tan tragones smartphones, sino que además aprovecha la fuerza cinética de nuestros pasos para permitirnos tener un gesto verde sin esfuerzo. Sin duda, el invento promete porque, además de estas dos ventajas, anima a llevar un estilo de vida más activo y saludable.
Si tenemos en cuenta que la duración media de una carga es de un día si no nos pasamos con el uso, algo frecuente, por otro lado, esta startup americana propone una interesante solución que nos sigue a todas partes. ¿Pero, cómo funciona? Básicamente, la plantilla se acopla a cualquier zapato y a través de ella cargamos la batería de dispositivos móviles.
Electricidad, paso a paso
Lo hacemos posible gracias a nuestro desplazamiento, mediante un sistema de cables que recorren los cordones y que se conectan con una pequeña batería sujeta a nuestro tobillo o, si se prefiere, incrustada en el zapato. De este modo, el calzado se convierte en cargador al transformarse la energía de cada paso en electricidad, almacenada en una batería que se conecta al dispositivo móvil.
Todavía en perfeccionamiento, la compañía persigue ahora que su tecnología sea capaz de cargar la batería de un iPhone tras caminar cuatro kilómetros. Para ello precisa 50.000 dólares que parece poder obtener vía Kickstarter. Luego, una vez conseguido, se podrá empezar a comercializar el prototipo. Ojalá lo consigan, pues inventos como éste valen la pena por sumar ventajas verdes, saludables, asequibles y prácticas.