La bioluminiscencia es un toque mágico fascinante que parecían tener sólo las plantas en la película Avatar y en otros mundos de fantasía. Sin embargo, es posible encontrarlas en la vida real, como ocurre con las plantas luminosas creadas por la empresa estadounidense Bioglow.
No podemos decir que se trate de la primera planta bioluminiscente del mundo, pero sí es una de las primeras. De hecho, otra propuesta similar, en esta ocasión de científicos taiwaneses, permitiría la iluminación de las calles mediante árboles luminosos gracias a la colocación de nanopartículas de oro dentro de sus hojas.
El intenso brillo que luce la planta obedece a un prodigio de la biotecnología. Su inspiración fue la investigación del biólogo molecular Alexander Krichevski, realizada en el año 2010, quien se asoció con el empresario Tal Eidelberg para crear Bioglow. Desde entonces, se han logrado resultados como los que vemos en las imágenes, es decir, unas plantas con una luminiscencia importante.
Sustituir la iluminación nocturna
Sin embargo, se quiere ampliar el abanico de colores, empezando con el rojo, pero sobre todo se busca mejorar la potencia luminosa para poder comercializarlas como sustitutos de la iluminación nocturna. Todo un reto, aunque a juzgar por los logros conseguidos, parecen estar a un paso de su objetivo o, lo que es lo mismo, de revolucionar el sector de la iluminación.
Las plantas -de la especie Nicotiana alata- emiten luz tras haberse modificado el ADN, lo que permite que lo haga a lo largo de todo su ciclo de vida, es decir, de noche y de día, in interruptores que valgan, al menos por ahora. En argot científico, una breve explicación aludiría a los genes utilizados para la producción de luz, extraídas de bacterias marinas posteriormente introducidas en los cloroplastos de los vegetales.
El resultado es Starlight Avatar, nombre del primer prototipo biológico de la planta, por ahora más bonita que útil, pues su luz resulta insuficiente para leer o para iluminar un entorno o estancia de forma eficiente.