Tener un mini huerto en el balcón


Tener un huerto en el balcón es una forma muy socorrida de cultivar vegetales, es cierto, pero no por ello se han de obtener malos resultados. Aunque la maceta no es idónea para albergar una tomatera o unas lechugas, hay trucos que ayudan a mejorar la productividad.

Una regla de oro para que luzca bien hermoso nuestro vergel de vegetales consiste en adaptar el tipo de vegetal a las horas de luz que tengamos, así como el abono y el riego a las dimensiones de las macetas en proporción al tamaño de la planta en sí.

Lógicamente, no será lo mismo disponer de luz directa durante un buen número de horas que no tener este recurso indispensable para que las plantas realicen su fotosíntesis de forma adecuada. Así, será importante valorar este aspecto para elegir el cultivo que vamos a realizar, si bien estos detalles varían según la estación.

Más o menos luz

En suma, sin sol no hay posibilidades de tener un huerto que nos dé alegrías. Por poner un ejemplo, las berenjenas, tomates o pimientos serán perfectos con una buena cantidad de sol. Por contra, lechugas, fresas, espinacas, cebollas o rábanos son menos exigentes en este sentido.


El riego también ha de realizarse en función de lo que pida cada cultivo, aunque no se deben aplicar las mismas pautas que en los huertos urbanos o convencionales. Se debe tener en cuenta que las plantas seguramente necesitarán algo más de riego por el estrés que la maceta les provoca.

El abono orgánico será idóneo si deseamos frutos ecológicos, y lo mismo cabe decir de los pesticidas, en cuyo caso habrá que recurrir a los biológicos. Por último, la dimensión de las macetas, en especial su profundidad, es clave para especies que tienen raíces largas, como las zanahorias.

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