Ahorrar agua es ya un gesto verde clásico. Típico, archiconocido y repetido hasta la saciedad, pero no por ello tenemos la lección bien aprendida. O, al menos, en alguna que otra ocasión nos cuesta llevarlos a la práctica.
Precisamente por ello, partiendo de esa buena voluntad que se nos presume, conocer nuevas maneras de ahorrar el líquido elemento puede aumentar las probabilidades de evitar su despilfarro.
Aunque solo sea algo aparentemente anecdótico, no debemos menospreciar la importancia de esos pequeños grandes gestos. Ya se sabe, gota a gota se llena un cubo, un lago, un océano y, por otra parte, obras son amores. Además del agua ahorrada predicar con el ejemplo tiene una gran importancia para que los peques de la casa y aquellos que nos rodean se dejen contagiar por nuestra actitud eco-responsable.
Ideas ingeniosas para ahorrar agua
En este post vamos a hacerte 5 sugerencias para que siempre tengas recursos a mano. Porque más allá de evitar que el grifo gotee, de colocar atomizadores, recolectar agua de lluvia o de ducharse en lugar de bañarse, pongamos por caso, hay muchas maneras originales de ahorrar agua.
Eso sí, tanto unos como otros trucos nos ayudarán a reducir la factura. Cuantos más emplees más fácil será automatizarlos y acabar convirtiéndolos en hábitos.
1. Pequeña zafa en el fregadero: Colocar un plato hondo o una palanganita en el fregadero nos ayudará a reutilizar el agua que usamos para lavarnos las manos con agua o para enjuagar cualquier cosa. Será de ayuda para regar plantas, lavar algún pequeño objeto o para cualquier otro uso que creamos conveniente.
2. Mientras el agua se calienta: Siguiendo la misma idea que en consejo anterior, coloquemos un cubo o palangana en la ducha y llenémoslos con agua mientras se calienta. Luego, de nuevo, utilizar según convenga.
3. Lavar el suelo con agua de lluvia: Si bien podemos aprovechar el agua de lluvia para regar las plantas, en el caso de que tengamos más de la que podemos utilizar, encontrémosle otros usos, como lavar el coche o fregar el suelo. Al no tener cal no quedarán restos blanquecinos y quedarán bien tanto suelos como la carrocería.
4. Agua caliente siempre lista: Utiliza un termo para introducir agua caliente y tenerla lista sin necesidad de abrir el grifo y tener que esperar a que empiece a salir. Será muy útil hacerlo cuando abramos el grifo de agua caliente para otro uso. Aprovechemos ese momento para llenar un termo con una buena capacidad y luego tenerlo listo para su uso sin necesidad de estar cerca del grifo. Usémoslo, por ejemplo, en distintas actividades de la limpieza del hogar o, entre otros usos, para realizar tratamientos de belleza.
5. Al salir del baño, no quites el tapón: Si te das el lujo de un baño o lo hacen los niños de forma habitual, aprovecha el agua de la bañera para ir echando cubos cada vez que vayas al servicio. Observarás que la bañera se vacía a lo largo del día. De este modo, bañarse no es un drama ambiental.
Más allá de los consejos concretos, poner en práctica este tipo de trucos nos permiten estirar el agua que consumimos y, lo que todavía es mejor, encontrar inspiración para inventar nuevos trucos.
Y, de nuevo, insistimos en la importancia de tener un comportamiento verde en el hogar. Es ese espacio de enseñanza en un clima de cariño y respeto por el medio ambiente tan necesario para los niños y los que no son tan niños.
Porque ahorrar agua es respetar la vida. En definitiva, protegernos a nosotros mismos y poner nuestra gotita de agua para conseguir un mundo más azul y también verde.