Hay amores que son para toda la vida. Y otros que van más allá de la muerte. Hay quien, cada año, lleva flores a la tumba de su amada y quien planta un bosque entero para crear un corazón, quizá para que su esposa lo vea desde el cielo. Winston Howes, de 70 años, estuvo una semana entera plantando pequeños robles tras la muerte de su esposa, Janet, que murió repentinamente hace 17 años.
Los árboles, entonces pequeños, poblaron un campo de seis acres, pero, en el centro del terreno, dejó un hueco con forma de corazón, con la punta mirando hacia la casa donde pasó la infancia. Ahora, para Winston es un lugar lleno de paz donde se sienta y recuerda a su esposa.
En realidad, nadie conocía esta historia. Era un secreto incluso para la familia de Winston. Pero alguien que viajaba en globo lo vio y lo fotografió.
El señor Howes pensó que era una gran idea. Fue un momento de inspiración, según sus propias palabras. Era uno de los lugares favoritos de su esposa y ahora es él el que va allí. Para Winston es un homenaje precioso y duradero.
Winston Howes es dueño de una granja cerca de Wickwar, South Gloucestershire. Janet murió de insuficiencia cardiaca en 1995, a los 50 años de edad. La pareja se había casado en Stroud en 1962.
El secreto revelado
Para crear la forma del corazón, la marcó a lo largo con un gran seto. El corazón sólo tiene una entrada: un camino que va desde la carretera hasta la punta. Una bonita metáfora de lo difícil que es, a veces, entrar en el corazón de las personas. Un corazón rodeado de árboles, de naturaleza. Además, hay plantados narcisos que brotan en primavera.
Winston voló para ver su corazón (o el de Janet) hace cinco años. Pero seguía siendo un secreto. Hasta que Andy Collett, de 42 años, hizo un viaje en globo hace una semana. Al principio, no se lo podía creer. Era el espectáculo más increíble que jamás había visto desde el cielo. Un corazón con forma perfecta y escondido. Nadie sabía que estaba allí.