La decoración infantil no sólo ha de basarse en colores más o menos llamativos ni obedecer necesariamente a lo que marcan los catálogos de las tiendas de muebles. Gracias al reciclaje de palets, uno de los más agradecidos y económicos, podemos conseguir fantásticos resultados para que el niño tenga un entorno agradable y decorativo.
Un rincón de la casa o de su habitación quedará ideal con un sofá triangular, obtenido mediante el corte diagonal del palet a la medida deseada y su ligera elevación del suelo, ya sea para dormitar, para ver la televisión, jugar al videojuego de turno o, por supuesto, para hacer algo tan recomendable como es leer.
Bastará con añadir un grueso cojín que haga de colchón para tenerlo listo, si bien se ganará en funcionalidad y atractivo si le añadimos distintos detalles o accesorios, como puede verse en la imagen que abre el post.
Guardar los juguetes
Utilizar retales o incluso pantalones vaqueros para forrar el cojín permite aprovechar telas o prendas de ropa, dándoles una salida interesante que divertirá a los niños cuanto más original sea.
Si nos atrevemos a confeccionar un sofá o sillón de más envergadura con los palets, ganaremos espacio en la habitación si le damos la suficiente altura como para encajar contenedores de plástico en los que poder guardar sus juguetes o tebeos. La idea puede aplicarse también en la anterior propuesta, simplemente dejando el espacio suficiente.
Otra opción es transformar el palet en un tablón en el que colgar dibujos, manualidades o recortes de revistas. Para ellos deberá estar bien acondicionado, es decir, limpio, sin clavos ni aristas peligrosas para los pequeños y opcionalmente pintado. Por último, decorado con motivos infantiles o dejándolo tal cual, sólo cepillado y barnizado, hagamos de él un práctico perchero en el que poder colgar mochilas, bolsas, paraguas o los patines.