Cambiar el ascensor por la escalera es saludable y ecológico


Combatir el sedentarismo y ahorrar energía es la doble ganancia que tendremos si de forma cotidiana apostamos por las escaleras y relegamos el ascensor al olvido. «Usar escaleras es saludable y respetuoso con el medio ambiente«, reza uno de los diferentes eslóganes de una iniciativa de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para promocionar el ejercicio en las actividades cotidianas.

Con el título de «Escaleras es salud», el plan busca fomentar la actividad física que se hace de forma natural,»porque no hace falta que la gente se machaque en el gimnasio para que haga ejercicio, basta con incorporarlo a sus actividades cotidianas», explica uno de sus responsables.


Adherirse a esta iniciativa es tan sencillo como colgar un cartel que nos descargaremos desde su blog (escalerasessalud.wordpress.com), elegido de entre un buen número de ellos, especialmente pensados para distintas entidades y centros: «Usar escaleras es saludable y beneficioso con el medio ambiente», «Por tu salud, realiza al menos 30 minutos de ejercicio al día», «Subir escaleras quema 5 veces más calorías que utilizar el ascensor», «Sube sonriente, coge la escalera, ¡y respeta el medioambiente!», «Es sencillo y ecológico, lo tienes fácil y barato, sube y baja escaleras ¡un buen rato!» o «Subiendo escaleras quemas calorías y te pondrás en forma ¡ahorrando energía!», las tres últimas aportadas por la ciudadanía.

Saludable, barato y ecológico

Lógicamente, se quiere fomentar un cambio de actitud completo, que no sólo se limite a los centros en los que lucen los carteles, sino también en el día a día, hasta que sea algo automático, una costumbre que permita a su vez un uso más sostenible de los ascensores de los edificios. Sólo andando, subiéndonos a la bici y olvidando el ascensor lograremos un estilo de vida «saludable, económico y ecológico».

Además de la evidencia científica sobre los beneficios de subir y bajar escaleras, si lo deseamos podemos calcular el gasto energético que hacemos en función de las escaleras que subamos o bajemos, porque bajar también consume lo suyo, alrededor de 27 calorías cada cinco minutos, frente a las 70 de la subida, según cálculos para una persona de unos 55 kilos de peso.


Y, puesto que comenzar a moverse olvidando el ascensor, se nos anima a seguir moviéndonos por la misma ley de la inercia y el proyecto aprovecha para subrayar la importancia de llevar una vida activa. En concreto, se aconseja caminar al menos media horita al día, optar por caminar o por la bicicleta para desplazarnos y trabajar los abdominales mientras caminamos, si bien igualmente pueden trabajarse estando sentados o de pie.

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