China es uno de los países que registra niveles de contaminación más elevados. Sin embargo, también es cierto que está trabajando por su reducción. Y, ahora, acaba de conseguir buenos resultados con la puesta en marcha de un proyecto de secuestro e inyección de carbono en acuíferos salinos a gran profundidad.
El proyecto
Este proyecto, que se enmarca dentro de la estrategia del país chino de reducir sus emisiones a la atmósfera, ha permitido obtener buenos resultados. De momento, se ha conseguido capturar y almacenar carbono, alcanzando las 100.000 toneladas.
Este proyecto, llevado a cabo en Ordos (Región Autónoma de Mongolia Interior del Norte), ha demostrado que se puede capturar hasta el 90% de las emisiones de CO2 que se producen por el uso de combustibles fósiles en la generación de electricidad y procesos industriales.
De esta manera, con esta iniciativa, se evita que estas emisiones lleguen a la atmósfera y sigan aumentando los niveles de contaminación y sus efectos adversos en relación al cambio climático y el calentamiento global.
El sistema
El sistema que se ha utilizado en este proyecto consiste en que el CO2, que se produce por la licuefacción del carbón, se licue mediante purificación, enfriamiento y presurización una vez capturado y tras trasportarlo al área de operación de transportes especiales.
El CO2 líquido es el que se inyecta posteriormente en los acuíferos salinos a una profundidad de entre 1.500 y 2.000 metros bajo tierra para ser almacenado a través de la inyección, así como de los pozos de monitoreo, que están a alrededor de 2.500 metros de profundidad.
Un sistema que podría ser, al menos en parte, la solución a los problemas de emisiones de China y que también podría ser extrapolable a otros acuíferos salinos del país o bien de otros territorios. Habrá que ver, eso sí, si los resultados que se obtengan en pruebas posteriores son igualmente positivos para conseguir el objetivo.
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