Cinco consejos para cocinar con eficiencia energética

Cocinar
Los consejos de ahorro de energía siempre tienen una doble ventaja, ya que cuidan tanto el entorno como nuestro bolsillo. En esta ocasión, nos centraremos en un aspecto tan cotidiano como el uso de distintas herramientas de cocina para ahorrar energía día a día y, a la larga, también un buen dinero.

En anteriores posts hemos visto cómo ahorrar energía aprendiendo buenas prácticas a la hora de cocer alimentos o, por ejemplo, la diferencia entre el uso de una cocina de vitrocerámica o de inducción. Ahora, veremos cómo desperdiciar el mínimo de energía mientras cuidamos el bolsillo.

Por suerte, en las cocinas modernas se dispone de un sinfín de aparatos a la hora de cocinar unos u otros alimentos, en grandes o pequeñas cantidades. Convirtamos en una ventaja tener tantas posibilidades para preparar los alimentos. De hecho, es común tener una olla arrocera, una panificadora, una tostadora, una yogurtera, cocedoras de huevos, cazuelas para cocer al vapor, para hervir, sartenes de distinto tipo y tamaño, horno, microondas, vitrocerámica, cocina de gas, entre un largo etcétera de equipos, dispositivos y herramientas.

Algunos consejos prácticos

Es sorprendente hasta qué punto estar atento a pequeñas cosas puede hacer una gran diferencia. No siempre es necesario cumplir todos los consejos, de hecho obsesionarse es el camino más corto para acabar estresándose con ello, pero tenerlos en cuenta será útil para ir adoptando hábitos eco-amigables en la cocina casi sin darnos cuenta. Antes de lo que esperamos los llevaremos a cabo de forma natural:

1. Prefiere los dispositivos específicos: Si hemos de hornear una sola porción de alimento, no encendamos el horno o, de hacerlo, aprovechemos para cocer también otros alimentos. Sería más recomendable usar un microondas con función de horno, un horno de pequeño tamaño u optar por otro tipo de cocción. Igualmente, si tenemos una olla a presión o una olla arrocera, prefiramos éstas para hacer arroz o guisos lentos que con métodos convencionales necesitan mucho tiempo, y lo mismo podemos decir de las máquinas que cuecen huevos o de las tostadoras.

Tostadora y arrocera
2. Aprovecha las sobras: Si nos ha sobrado comida del día anterior, aprovechemos las ventajas que nos brinda el microondas para calentarlas al momento. Uno de sus usos específicos es éste, pues incluso podemos calentar la comida directamente en el plato. Por último, si son sobras descongeladas, ahorremos tiempo y energía descongelándolas previamente, además de respetar la cadena del frío, con lo que no perderá las propiedades nutricionales.

3. Valora pros y contras: Pregúntate si la manera en la que vas a cocinar un determinado alimento, si el recipiente elegido (tipo, tamaño, etc.) es el idóneo y, sobre todo, si hay una manera mejor y más eficiente de hacerlo. Para ello, has de ir adquiriendo conocimientos sencillos pero claves, como saber que el vidrio y la cerámica son más eficientes en el horno que el metal o que las ollas de fondo más grueso tardan más en calentarse pero luego distribuyen mejor el calor. A menudo, conviene invertir en utensilios de cocina de calidad.

4. Utiliza el recipiente adecuado: Adaptemos el diámetro del quemador al de la olla o sartén y elegir siempre la opción que menos energía requiera para calentar la comida. Como decíamos en el anterior punto, las bases sólidas de sartenes y cacerolas son más eficientes. Tengamos también en cuenta el calor residual, pues continuará cocinando la comida sin gasto extra.

5. Mantenimiento y limpieza: La limpieza y el buen estado de los aparatos es esencial para conseguir un mínimo gasto energético. Desde el horno o el microondas hasta la olla arrocera, la tostadora o las ollas y sartenes, todo funcionará mejor y obtendremos el máximo rendimiento si los mantenemos en buen estado. Limpieza y buen uso son la clave para conseguirlo.

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