Limpiar el hogar más en profundidad con la llegada de la primavera es una especie de ritual para muchas personas. Quizás sea porque llega el buen tiempo, o porque hay más horas de luz que invitan a vivir, pero hay algo que nos impulsa, que nos contagia ese renacer, esa renovación que es la misma esencia de la primavera.
Echamos de menos el aire fresco de afuera, queremos traer algo de ese maravilloso exterior a los espacios interiores para sentirnos mejor después de un invierno que ha mantenido adormecidos nuestros sentidos. Ahora, sin embargo, el aire libre nos llama y deseamos embellecer nuestros espacios interiores también.
Deja que entre la primavera
Limpiar de forma ecológica, prescindiendo de productos químicos, forma parte de esta liturgia. No en vano, el interior de las casas suele estar más contaminado que el exterior y una higiene que purifique superficies y ambiente requiere de productos que no resulten tóxicos. Por lo tanto, evitemos limpiadores agresivos y ambientadores sintéticos. Será mucho mejor higienizar de un modo más saludable y respetuoso con el medio ambiente.
Mejorar el aire interior en casa ventilando todas sus estancias es un primer y fundamental paso en su descontaminación. Para dejar que entre la primavera, bastará con abrir ventanas diez o quince minutos diarios para renovar el aire. No se necesita más tiempo, pudiendo llegar a ser contraproducente si vivimos en un lugar polucionado por industrias o tráfico rodado o si tenemos alergia al polen. En el segundo caso, evitar las horas de mayor polinización, si bien éstas pueden variar según el tipo de planta o nuestra ubicación, si bien el polen se concentra por la noche en las ciudades y a primera hora de la mañana en áreas rurales.
Los ambientadores naturales ayudarán a que nuestro hogar tenga un olor a limpio y Naturaleza. Desde flores hasta plantas en bonitas macetas o hierbas secas, pieles de cítricos y aceites esenciales serán de gran ayuda para aromatizar con sutileza las distintas estancias.
Una buena limpieza verde es básica para que esos aromas sean lo más puros posible. Si por un lado se utilizan productos ecológicos como el limón, el vinagre o el bicarbonato de sodio para una higiene desinfectante, por otro lado también ayudan a eliminar olores.
Hacer nuestros propios limpiadores eco-amigables nos ahorrará dinero y ganaremos en salud, incluyendo la del planeta. En muchos casos, será más que suficiente con aspirar y pasar un paño o bayeta humedecida para eliminar el polvo, ácaros y suciedades de todo tipo, si bien son muchas las posibles combinaciones de ingredientes para dar brillo a suelos o muebles.
Renovarse o morir
La primavera es un momento perfecto para iniciar nuevos proyectos. ¿Por qué no poner la punto la bicicleta que tenemos olvidada en el garaje? Salgamos a pasear con ella, o mejor pongámonos esos patines y salgamos a la calle sobre ruedas para vivir de un modo placentero este estimulante cambio de estación. O, por qué no, pongamos orden en armarios, garajes, desvanes o cuartos trasteros. Ha llegado el momento de guardar bufandas y chaquetas, de dar la bienvenida a la ropa más ligera y alegre.
Sea como fuere, reordenar nuestra casa significa ganar en calidad ambiental y bienestar. En lugar de tirar lo que ya no queremos, pensemos antes en darle otro uso, bien reciclándolo o reutilizándolo. Y, por supuesto, si lo tiramos, no olvidemos respetar las normas del reciclaje al introducir esos objetos en el contenedor correspondiente o llevarlo a un punto limpio. Otra interesante opción es acondicionarlos o arreglarlos, si fuera necesario, y regalarlos a alguien que pueda necesitarlo. Sin duda, darles una nueva vida será una hermosa forma de celebrar la primavera.