Aunque parezca una obviedad, contribuir al cuidado ambiental con el reciclaje de los residuos requiere estar concienciados. De nada sirve hacerlo de vez en cuando para que nuestro esfuerzo valga la pena, sobre todo si tenemos en cuenta las inmensas cantidades de desechos que se generan en los hogares.
Recurrir a algunos trucos para facilitar la tarea es una de las claves del éxito. Y no sólo por cuestiones puramente prácticas, que nos permitan ganar tiempo, sino también por la importancia que tienen las buenas costumbres al respecto. En este caso, al menos, sí puede decirse que el hábito sí hace al monje.
De este modo, sería aconsejable encontrar un lugar en la cocina lo suficientemente amplio, con capacidad para distintos cubos de colores o con letreros que señalen dónde introducir tal o cuál tipo de basura. ¿Que no nos caben tantos cubos? Reduzcamos su tamaño si fueran necesario y tengamos el cuidado de sacar la basura orgánica todos los días.
Algunos consejos
En caso de no tener cerca contenedores específicos para el reciclaje de vidrio, cartón, plástico o latas, por ejemplo, volvamos a echar un vistazo a nuestra zona por si hubiera alguno instalado recientemente. Aunque no esté a la puerta de casa, lo más probable es que lo tengamos a una distancia factible.
Además, puesto que los desechos no orgánicos pueden acumularse en casa durante más tiempo que los orgánicos, la distancia también pasa a ser relativa. Entre otras cosas, también dependerá de la posibilidad de doblar las cajas de cartón o del peso que debamos llevar.
Vaciemos el contenido de los envases antes de tirarlos y aprendamos colores y tipo de material que admiten los distintos contenedores. Nos será útil tanto para acumularlos como para depositarlos luego en el contenedor correspondiente, sin fallos que luego acaban siendo un problema.