Cultivar plantas con luz rosa ahorra electricidad, tiempo y agua


Las granjas de plantas cultivan infinidad de vegetales en invernaderos, y algunas de ellas lo hacen aplicando la idea de la agricultura vertical. Se ocupa poco espacio, disponiendo las plantas en pilas que alcanzan decenas de metros de alto, en numerosas ocasiones con método hidropónico.

Muchas de esas granjas ocupan gigantescas naves y en ellas se producen grandes cantidades de productos que abastecen las ciudades cercanas. Lógicamente, una extensión de espacio así ha de ahorrar costes, por lo que suelen ubicarse en las afueras de las urbes.

La iluminación es un aspecto clave de esta actividad, por lo que las novedades que permiten economizar son siempre bien recibidas. En este caso, las lámparas fluorescentes que se utilizan como luces artificiales podrían sustituirse por luces LED que combinan tonos rojos y azules, con el resultado de un rosa intenso.

Luces para la fototíntesis

Esta es, al menos, la interesante propuesta, de Cary Mitchell, un experto horticultor estadounidense de la Universidad de Purdue que apuesta por convertir las granjas en «pinkhouses», en alusión al color rosa. Una idea surgida tras décadas dedicado al crecimiento de las plantas en el espacio, y cuya experiencia ahora aprovecha también en otros proyectos como éste.

Las ventajas de este tipo de luz se relacionan son varias: un ahorro de electricidad por tratarse de luces más eficientes, de tipo LED, mientras que por otro lado estás dando a las plantas sólo las longitudes de onda de luz claves para crecer: el azul y el rojo, adaptándose a las necesidades de fotosíntesis de las plantas. Al crecer rápido, también se ahorran agua y tiempo.


Por otro lado, Mitchel afirma que añadir el azul a la ya utilizada luz roja se logra un mejor crecimiento, al tiempo que son luces frías, por lo que pueden acercarse a las plantas, y además técnicamente son capaces de sintonizar a longitudes de onda específicas.

Poderse poner cerca de las plantas les permite perder menos energía, si bien Mitchell las utiliza como refuerzo de la luz natural a modo de prueba. Sin embargo, perfectamente podrían sustituir por completo la luz natural, tal y como demuestra la exitosa aplicación que ya está llevándose a cabo en una enorme granja texana donde crecen más de dos millones de plantas apiladas a 50 metros de altura, propiedad de Barry Holtz.

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