Siendo los árboles la materia prima, lo cierto es que a sus esculturas les falta color, sensación de vida, aunque, si uno se fija, la gama cromática la pone el paisaje, el entorno natural en el que podemos admirar estos increíbles armatostes de formas geométricas.
El creador de estas obras fabricadas con materiales naturales es el ambientalista Jaakki Pernu, un artista finlandés que tiene la suerte de exponerlas como grandes monumentos públicos en escenarios realmente maravillosos.
Estar a la intemperie no es un inconveniente, todo lo contrario. Gracias a que están expuestos a los elementos, el aspecto de sus creaciones varía de un día a otro, de una estación a otra. Por lo tanto, y aún siendo naturaleza muerta, también forma parte de la naturaleza.
En cuanto a sus formas, a algunos les parecerán surrealistas, y es inútil tratar de adivinar a qué se parecen. Eso sí, son maravillosos puntos de encuentro, hitos urbanos y campestres que nos ayudan a no perdernos en las calles y en los jardines naturales de la ciudad finlandesa de Oulu, donde están expuestas.
Las creaciones de Jaakko Pernu pueden definirse como esculturas ambientales y según cuenta él mismo, están inspiradas en sus juegos de niñez, cuando ayudaba a su padre a construir barcos. Ahora, las tablas han tomado formas que no las hacen muy navegables, pero gracias a aquella experiencia ahora también demuestra que es un talentoso en la manipulación de la madera. Su tamaño enorme y su aspecto elegante hacen de estos monumentos hechos con ramas de sauce, de origen local, un canto al reciclaje y a la artesanía. Además, apuesto a que en un naufragio todas y cada una de ellas serían una tabla de salvación perfecta para llegar hasta la costa sanos y salvos.