Hacer jabón aprovechando el aceite usado


Hacer jabón casero utilizando como ingrediente principal el aceite de cocina usado y filtrado es un modo interesante de reciclarlo o, lo que es lo mismo, de evitar la nefasta contaminación que ocasiona en el medio ambiente cuando nos deshacemos de él echándolo a la basura o por el desague, en lugar de llevarlo a un punto limpio.

Crear un jabón natural y ecológico es posible recurriendo a un sinfín de fórmulas, entre las que existe la alternativa de utilizar ingredientes tan sencillos como el aceite usado. Y en casi todos los casos, su elaboración es realmente fácil.

Evitar la sosa cáustica

Un modo de elaborarlo aprovechando las cenizas de una hoguera o de una chimenea consiste en mezclar 500 gramos de cenizas con un par de litros de agua y, tras unos días reposando, colaremos el resultado cuando haya adquirido consistencia. Finalmente, mezclamos un litro de la pasta resultante con medio litro de aceite usado. Calentaremos añadiendo saponinas -sin sosa cáustica será difícil lograrlo- si deseamos intentar que haga algo de espuma y repartiremos en moldes.

En este post no incluimos las recetas que requieren el uso de la sosa cáustica, pues se trata de un producto químico corrosivo poco amigo de lo ecológico, aunque lo cierto es que resulta muy económico y utilizado por su capacidad para dar consistencia al jabón.


Otra posibilidad sin sosa cáustica es elaborar un jabón líquido utilizando tensioactivos naturales, creando entonces un efecto de gel de baño. Y, en caso de utilizar sosa, nunca exagerar la cantidad. Cuanta menos se utilice, mejor para nuestra salud y para el medio ambiente. Introduciremos la cantidad mínima -la proporción suele ser de 150 gramos de sosa por cada kitro de aceite usado y 800 gramos de agua destilada- junto con el aceite, el agua y otros ingredientes añadidos, en función de cada receta.

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