Ya que casi ningún país puede resistir la tentación de imitar la tradición estadounidense de Halloween, ¿por qué no hacerla algo más ecológica? Una idea de decoración para la fiesta de todos los muertos pueden ser unas bombas de semillas elaboradas con cilantro y perejil y con un aspecto que da miedo.
Aún queda un mes para Halloween, pero mejor ser previsores. En la Noche de Difuntos, una de las tradiciones es decorar la casa con motivos fantasmagóricos. En este caso, no están hechas de plástico o cualquier otro material contaminante. Son figuras que representan lápidas de tumbas, caras de gato y fantasmas hechas con materiales biodegradables.
Una vez pasada la celebración, podrán enterrarse como si de un muerto se tratara, qué mejor acción para la época. Como son, en realidad, bombas de semillas (inspiradas en las ideas de Masanobu Fukuoka, agricultor japonés que impulsa un método de agricultura natural, sin pesticidas ni abonos, Nendo Dango, o bolas de arcilla en japonés), tras enterrarlas, brotarán plantas.
Estas bombas de semillas diseñadas para la festividad de Halloween se han hecho de forma manual y sólo se han usado materiales naturales, como tierra, arcilla, papel reciclado y semillas de cilantro y perejil. Cuando se retire la decoración de la casa, en vez de tirarlas a la basura, se pueden plantar en el interior de casa, sumergiéndolas en agua caliente y, después, manteniéndolas húmedas hasta que broten. Una vez que hayan brotado, ya se pueden trasplantar a un tiesto. Semanas o meses después, obtendremos una planta que decorará la habitación, esta vez con motivos naturales en vez de tenebrosos, y que, además, pueden usarse como condimento para preparar exquisitos platos.
Aviso a padres y adultos
Estas bombas de semillas no son indicadas para que los niños jueguen. En su manipulación siempre debe existir la supervisión de un adulto. Los más pequeños se pueden ahogar si se tragan una y, en ocasiones, pueden causar reacción cutánea adversa. No se deben comer… hasta que se planten y crezcan, claro.