Las botellas de soda, refrescos y cualquier otra de plástico duro resultan perfectas para un sinfín de usos en la jardinería. Incluso las que son de materiales más blandos encuentran aplicaciones interesantes que nos ayudarán cultivar nuestras plantas con mano verde.
Transformar una botella de plástico en una maceta, en un accesorio para el riego o en una original maceta precisa de una buena dosis de ilusión y de poco más. Bastará con un cútter o tijeras y algunos elementos de sujeción para conseguir un buen resultado. Si, además, queremos ser creativos, entonces cada proyecto tendrá sus necesidades.
Riego por aspersión
Las botellas pueden ayudarnos a hacer un riego por aspersión. Como puede verse en la imagen que abre el post, simplemente hay que hacerle agujeros y sujetarla a la boca de la manguera con cinta adhesiva que resista el agua. En este caso, siempre será mejor una botella de plástico duro.
El riego por goteo o auto-riego nos permitirá ahorrar agua, tiempo y cuidar las plantas cuando no estemos en casa. Para realizarlo Perforamos la tapa de la botella, colocamos una piedra y a continuación un trozo de tela de algodón para formar un sello impermeable. Finalmente, hacemos un agujero en la base de la botella para que respire y llenamos con agua.
Al colocarla del revés, con el tapón enterrado y en posición ligeramente inclinada, la planta podrá ir recibiendo el agua de forma dosificada durante un buen tiempo, sin más complicaciones. Su aplicación es factible tanto en macetas como en pequeños huertos.
Originales macetas
Las macetas son muy sencillas de realizar. La opción más fácil es cortar la botella por la mitad y aprovechar la parte de la base para apoyarla sobre una superficie plana, mientras la otra, con tapón incluido, quedará genial colgada de la pared. En ambos casos hay que recordar hacer unos pequeños agujeros para que no se encharque cada vez que regamos.
Si hacemos un agujero en forma rectangular tendremos un macetero mini que poder colgar de la pared, sujetándolo con corbatas de plástico, o también apoyarlo en el suelo o en el alféizar de una ventana, por ejemplo. Si la botella es redonda sería conveniente apoyarla contra una pared o tope.
En caso de utilizarlas para hacer germinar plantas que luego vayamos a trasplantar, no hay que complicarse la vida. Las botellas cortadas por la mitad servirán tal cual, sin necesidad de más
Las botellas de leche o las que tienen patitas en la base quedarán bonitas si las decoramos del modo que nos guste. Utilizaremos, rotuladores, pintura o pegaremos ojitos, nariz y boca para así simular que la planta es el pelo. Las posibilidades son infinintas, sólo da rienda suelta a tu creatividad.
Jardines verticales
Las botellas de plástico tendrán una segunda vida maravillosa si las utilizamos para crear un pequeño jardín vertical en el que plantar desde hierbas aromáticas hasta plantas ornamentales. Aunque es muy sencillo recolectar botellas, convertirlas en macetas y colgarlas en la pared, si se es imaginativo también representa una oportunidad para hacer un trabajo sorprendente.
Básicamente, se trata de cortar con un cútter un espacio en forma de rectángulo, lo suficientemente ancho como para que las plantas puedan caber y crecer colocadas en posición horizonal. Como idea, desde el fondo de la botella hasta la abertura habrá unos tres dedos, no más, sin olvidar que cada maceta ha de tener su pequeño orificio para evitar el exceso de agua en la tierra.
A continuación, las colgaremos de la pared sujetándolas previamente con corbatas de plástico, alambres o cordeles. El efecto será bonito si se colocan en posición simétrica, aunque un caos bien organizado también puede ser todo un acierto.
exelente lo que hacen con el reciclaje es un bien para el planeta y nos enseñan a las manualidades con el mismo gracias
Hola Emilio,
Es cierto, con el reciclaje creativo todos salimos ganando. Gracias por comentar.