Si reciclamos y reutilizamos, lógicamente generaremos menos basura doméstica, por lo que nuestra actitud será más ecológica. Y lo mismo puede decirse si, además, cuidamos nuestros hábitos de ahorro de recursos y de consumo de productos orgánicos.
En la práctica hemos de traducir todo eso en una serie de gestos concretos para que acaben siendo costumbre y sumando pequeños logros para así obtenerse grandes resultados con el paso del tiempo o, si se prefiere, con la suma de otros gestos ciudadanos que también buscan proteger el entorno.
Una buena manera de comenzar la transformación verde en casa consiste en centrarse en los desechos. En efecto, son claves los contenedores de basura diferenciados por colores para separar los distintos tipos de desperdicios. A su vez, cada vez que nos dispongamos a abrir uno preguntémonos si ese desecho sería bueno para hacer compost, para su reutilización o para cualquier otra cosa.
Limpiar y ambientar
Otra idea básica consiste en utilizar productos de limpieza ecológicos como alternativa a los limpiadores convencionales de composición química. Nos serán de gran ayuda el vinagre, el bicarbonato de sodio, el limón y el jabón natural, además de fórmulas comerciales más o menos verdes.
Elegir plantas idóneas para purificar el ambiente interior también será un modo sencillo de apostar por lo natural. Incluso podemos atrevernos a cultivar un pequeño huerto urbano en el balcón o, todavía mucho mejor, en el jardín, a ser posible de forma orgánica, sin uso de abonos químicos sino con compostaje hecho por nosotros.
Comprar productos locales y , en general, la hacer la compra practicando una actitud positiva, -es decir, no comprar por comprar, sino buscar las alternativas más verdes- es otra forma de mejorar. Sirvan de ejemplo acciones como comprar lo justo para que la comida no se pase pero, al mismo tiempo, optar por tamaños familiares en productos no perecederos para gastar menos envases.
Además, lógicamente debemos evitar el despilfarro energético y de agua, por ejemplo haciendo comidas conjuntas, haciendo un uso racional de la lavadora o, sin ir más lejos, optando por una iluminación eficiente. Por último, no olvidemos que el hogar es el lugar ideal para que los más pequeños de la casa aprendan conceptos básicos de respeto al medio ambiente a través de conductas cotidianas.