Jardín hidropónico para la cocina


El futuro de una alimentación saludable en las ciudades parece que pasa por cultivar los alimentos en casa. El problema es que no todo el mundo tiene un jardín para poder hacerlo. Una posibilidad es el cultivo en interior. En este sentido, se proponen ideas innovadoras para este tipo de cultivos, como esta columna diseñada para crear un pequeño jardín en la cocina.

Es el Nano Garden hidropónico creado por ingenieros de la empresa Hyundai. El objetivo es permitir que los habitantes de apartamentos urbanos puedan usar un pequeño espacio de su cocina, aproximadamente lo que ocupa una nevera, para cultivar verduras, hierbas y especias en bandejas.

La empresa de diseño Gromo ha colaborado en la creación del concepto. Nano Garden es un jardín de verduras y plantas para la cocina que utiliza un sistema hidropónico. De este modo, los usuarios gastarán muy poca agua y no se tendrán que preocupar por pesticidas o fertilizantes.

El Nano Garden no necesita la luz del sol para que crezcan las plantas. Lo hacen con la luz artificial, mientras que la cantidad de agua y nutrientes se puede controlar para acelerar o frenar la velocidad de crecimiento de los alimentos. El sistema avisa a los usuarios de cuándo hay que regar las plantas o echarles nutrientes, de modo que no es necesario ser un entendido en jardinería. El Nano Garden también ofrece otra función: es un purificador natural del aire y elimina los olores desagradables que a veces aparecen en la cocina.

De momento, el Nano Garden no se comercializa. Ojalá pronto alguna empresa apueste por este sistema que permite disfrutar de un pequeño huerto en la cocina. Para preparar una ensalada, por ejemplo, en vez de abrir el frigorífico sólo habría que recolectar una lechuga del huerto.

Criadero de saltamontes


Y para los que quieran completar la dieta con proteínas han diseñado un criador de saltamontes casero. Se llama Lepsis y es un recipiente que se coloca en la encimera y que permite criar estos insectos para consumir en casa. La idea es de un diseñador llamado Mansour Ourasanah, que vivió en Togo, donde comer insectos es parte de la alimentación. En México, los chapulines son una exquisitez para algunos paladares.

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