¿ La batería que se carga en un minuto es ecológica?

Bateria baja smartphone
La noticia ha dado la vuelta al mundo en menos tiempo del que tarda en cargarse esta batería, casi casi milagrosa. Rauda y veloz, lo hace en tan solo un minuto. Y, en efecto, igual de rápida ha sido la nueva. Ha corrido como la pólvora, y no es para menos. Dar solución al sempiterno problema de la batería baja del teléfono móvil y, en general, de los dispositivos electrónicos portátiles, es casi como encontrar el maná para alimentar nuestros dispositivos.

Aunque el prototipo está todavía en fases tempranas, lo que significa que podría sustituir a las tradicionales baterías de litio en un futuro que no será ni mañana ni pasado, el regocijo y el revuelo son inevitables. ¿Pero, además de eficiente, esta batería es ecológica?

Eficiencia y durabilidad

Vaya por delante que todo aquello que sea eficiente tiene puntos verdes a su favor. De hecho, sostenibilidad y eficiencia son dos conceptos muy relacionados. En este caso, a bote pronto puede afirmarse sin ningún género de dudas que si una batería se carga en cuestión de un minuto, el ahorro de energía es más que obvio. Es decir, ahorramos energía y, por lo tanto, en este aspecto cuidamos el planeta y nuestro bolsillo.

Por otra parte, sus creadores afirman que el prototipo de esta batería de aluminio es más seguro que las baterías de litio convencionales al ser menos inflamable, ya que no utiliza electrolitos líquidos, una característica que también puede hacerle ganar en durabilidad.

Incorpora un voltaje con una energía de 2 voltios de electricidad, superior a los 1,5 voltios de las alcalinas. Además, permite recargarse hasta 7.500 veces sin perder capacidad, miles de veces más que éstas, que tenían el límite en centenar de cargas.

Bateria de aluminio
Por su parte, las baterías de litio soportan ente 300 y 1000 recargas y tienen un menor rendimiento a bajas temperaturas, otro aspecto que convendría comparar con esta nueva batería. Así, salvo algunas incógnitas, en estos aspectos, en suma, la batería de aluminio respeta más el medio ambiente que estas otras baterías.

El reciclaje y la polución

El capítulo del reciclaje también es clave a la hora de valorar el lado verde. Por un lado, deberíamos establecer una comparación entre el reciclaje de las baterías de litio con respecto al del aluminio.

Sin embargo, los nuevos desarrollos de baterías de litio buscan conseguir unos diseños más ligeros y con mayor autonomía. Incluso se han llegado a producir baterías de litio más seguras y sostenibles con materias primas inimaginables, tales como los huesos de aceituna reciclados o las pieles de naranja, y no son inflamables.

El reciclado de las baterías de litio, además de un negocio muy rentable, es un proceso que no consigue recuperar la totalidad de la pila. Como es sabido, las baterías contienen metales altamente tóxicos y otros elementos químicos peligrosos, como el litio, el plomo, hierro, aluminio, KOH, papel, plástico, manganeso, níquel, zinc, plata, mercurio, cadmio, cobalto, carbono, ácidos y un largo etcétera.

Es por ello que, cuando arrojamos una pila a la naturaleza, resultan tremendamente contaminantes. De hecho, una batería puede tardar hasta 1000 años en descomponerse. Y, del mismo modo, el aluminio de estas baterías nuevas es un gran contaminante.

Al margen de que puedan inventarse nuevos métodos de reciclaje de aluminio, como ya está haciéndose, el impacto medioambiental que representaría la producción de baterías a gran escala requerirá de la explotación de ingentes cantidades de aluminio, un mineral tóxico.

Tal y como llevan años advirtiendo los expertos sobre los peligros de su uso para fabricar baterías de automóviles. El efecto a nivel ambiental es caótico, con posibilidad de que generar lluvia ácida, así como sobreexplotación del recurso y contaminación de ecosistemas.

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