La contaminación aumenta el riesgo de obesidad en los niños

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Siempre que se habla de la obesidad infantil se apunta a una inadecuada alimentación y a la falta de ejercicio o llevar una vida sedentaria como principales causas. Y sí ambos factores influyen y son decisivos. Pero no son los únicos. También la contaminación está relacionada con un mayor riesgo de obesidad en los niños. Polución atmosférica, tabaco o las características del entorno construido son elementos que influyen en el sobrepeso infantil.

El estudio

Esta relación ha sido puesta de manifiesto en un estudio que ha llevado a cabo el Instituto de Salud Global de Barcelona tras analizar los datos de 1.300 niños de seis países europeos. Entre ellos, están España, Francia, Grecia, Lituania, Noruega y Reino Unido.

Este análisis ha permitido evidenciar que la contaminación atmosférica, el tabaco y las características del entorno construido se asocian con un mayor riesgo de obesidad en los niños y no solo durante su infancia, sino ya en el período prenatal.

El estudio, publicado recientemente en Environmental Health Perspectives, pone de manifiesto a su vez la incidencia de estos factores a los que se suma también el hecho de vivir en áreas con una alta densidad poblacional.

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Los resultados reflejaron que la exposición al tabaco durante el embarazo y de forma pasiva durante la infancia, a la contaminación atmosférica tanto el interior como del exterior de las viviendas y las características del entorno construido hacen que el índice de masa corporal sea mayor en la infancia.

Cambio de investigación

Este estudio es especialmente importante. Aunque ya se había relacionado con anterioridad estos factores con la obesidad infantil, siempre se había hecho el análisis de cada exposición por separado.

Ahora, por el contrario, se ha aplicado el concepto de exposoma, introduciendo un cambio significativo en la perspectiva de la investigación al tener en cuenta el conjunto de las diferentes exposiciones de persona desde su concepción hasta la muerte.

El estudio ha tenido en cuenta los datos del índice de masa corporal, la circunferencia de la cintura, el grosor de los pliegues cutáneos y los niveles de grasa corporal. Además, se realizaron análisis de sangre y de orina a los menores y a las madres durante el embarazo.

Los investigadores también han tenido en cuenta los datos de las características del entorno construido, el acceso a espacios verdes, el tabaco y contaminantes químicos como, por ejemplo, los orgánicos persistentes, metales, fenoles y pesticidas, entre otros.

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