La contaminación puede causar problemas cardíacos a los bebés


Son numerosas las evidencias científicas que confirman que el control de la polución atmosférica es fundamental para la salud del planeta y de los seres vivos que lo pueblan. En este caso, se pone el foco en los frágiles bebés, y como era de esperar, no salen bien parados.

En efecto, sumar contaminación y embarazo puede llegar a tener dramáticas consecuencias para el feto, es decir, para el futuro bebé, según un estudio canadiense presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón, celebrada en Dallas, Estados Unidos.

El informe destaca que algunos de los defectos congénitos de corazón que afectan a los recién nacidos los provocaría la exposición de sus madres a la contaminación atmosférica durante el embarazo.

Primeras etapas de embarazo

Llevado a cabo por reputados investigadores de la Universidad de Alberta, el trabajo concluye que los defectos cardíacos en niños en ocasiones se deben a la exposición a mezclas de toxinas ambientales a lo largo del periodo de formación en el vientre materno, cuya consecuencia sería un desarrollo incompleto o anormal del corazón, especialmente durante las primeras fases de gestación.


Las toxinas ambientales más dañinas son las procedentes de las industrias químicas. De acuerdo con los resultados del trabajo, -que estudió defectos cardíacos congénitos diagnosticados entre 2004 y 2011 y las emisiones químicas registradas por la agencia canadiense que controla la calidad del aire-, las peores sustancias serían las siguientes: benceno, butadieno, bisulfuro de carbono, cloroformo, cadmino, dióxido de azufre, mercurio, óxido de etileno, hexaclorobenceno, tetracloroetano, metanol, tolueno y plomo.

Las estadísticas apoyan el resultado del estudio, curiosamente las obtenidas en Canadá, pues el número de malformaciones en recién nacidos se ha reducido en este país desde que se endurecieran las normas de control de las emisiones contaminantes.

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