Los incendios forestales no solo afectan a los bosques en los que se ha producido la quema de las plantas y árboles, sino que también tienen consecuencias en las zonas de alrededor. Y es que ahora se ha comprobado que la polución por incendios afecta a áreas que están situadas a cientos de kilómetros de la superficie quemada.
Afecciones
Esta es la principal conclusión que se desprende de un estudio realizado en la Universidad de Exeter en el que se constata que las consecuencias de estos incendios no solo tienen afecciones sobre la salud pública, sino que también tienen impacto en los ecosistemas.
Unas consecuencias estas últimas que son menos conocidas, pero que son muy importantes, ya que los contaminantes producidos por los incendios forestales pueden llegar a zonas situadas a cientos de kilómetros.
Las afecciones derivadas de esta polución llegan así a tener consecuencias negativas en el crecimiento de cultivos y de la vegetación que no se han visto afectados directamente por el incendio. En concreto, este efecto se produciría con contaminantes como el ozono y los aerosoles, que se derivan de los incendios forestales.
La investigación realizada va un paso más allá y también ha permitido determinar cómo es esta afección en la productividad de la planta, que se reduce de forma significativa en las áreas alejadas de la zona del incendio. De hecho, esta merma de la productividad es mayor que la observada, por ejemplo, por la relacionada con la sequía.
Amenaza
Aparte de las consecuencias detectadas en este estudio sobre el crecimiento de los cultivos y las plantas, el estudio realizado también pone el foco en otro aspecto clave.
Y es que esta polución o contaminación por incendios puede ser una amenaza creciente para la productividad tanto local como global, a raíz del calentamiento que se está produciendo en todo el mundo.
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