Desde hace bastante tiempo se viene alertando del problema de los plásticos en el mar. Y no solo de los que se depositan en la playa como colillas o basuras de las personas que no respetan el entorno natural. El problema es aún mayor. Y, en concreto, se trata de los microplásticos porque no es solo que estén ya en la superficie de mares y océanos o a una cierta profundidad. Ahora, ya se ha detectado su presencia en el océano profundo. Y la cantidad es significativa porque empieza a verse vista como una auténtica invasión según las conclusiones de un nuevo estudio.
La investigación
Un equipo de investigadores españoles entre los que figuran de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha descubierto que los microplásticos –es decir, los plásticos que tienen menos de un milímetro de longitud-, están a lo largo de toda la columna de agua y en el océano profundo.
Este hecho es especialmente importante porque tiene consecuencias nocivas para la salud de la fauna marina, ya que las especies pueden ingerirlos. Es una ingesta que ya se ha detectado en varias especies como, por ejemplo, las caballas que viven en aguas de Canarias. En sus estómagos, los investigadores han detectado fragmentos de plástico.
Y eso no es todo porque estos microplásticos se han instalado de forma permanente en el océano profundo, según han comprobado también los investigadores. En concreto, se trata de microplásticos que proceden de los desperdicios humanos, que han acabado en el océano hasta, al menos, un kilómetro de profundidad. De esta manera, afecta a toda la columna de agua que es, precisamente, donde vive la mayoría de los organismos marinos.
De acuerdo con los resultados de la investigación son fragmentos que se van descomponiendo de las botellas, bolsas o prendas de vestir. Y, aunque a simple vista no se aprecian, sí se observan cuando se analiza el agua.
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