El aprovechamiento de los lodos de aguas residuales en abono no es una línea de investigación nueva. De hecho, varios son los avances que se han producido en este campo, aunque no todos son igualmente escalables ni eficientes, sobre todo, porque la normativa europea que regula estos tratamientos se ha endurecido en los últimos años. Ahora, un equipo de investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba (UCO) han desarrollado un nuevo sistema con el que se superan esas barreras, se gana en eficiencia y, además, se evitan los malos olores que son habituales en este proceso.
Desarrollo
El sistema que se emplea para aprovechar los lodos de aguas residuales como abono se basa en una tecnología incipiente, que emplea una serie de cubiertas móviles y semipermeables. En su interior, se realiza todo el proceso de compostaje.
Estas cubiertas facilitan el paso de las moléculas como el dióxido de carbono, pero dificultan e impiden que atraviesen otras como el amoniaco que causan el mal olor en el proceso.
A su vez, las cubiertas móviles permiten hacer un seguimiento de la temperatura del proceso, que se eleva durante una primera etapa por encima del punto crítico de los 55 grados. Esta temperatura se requiere para que se higienice la materia orgánica que hay en el lodo.
La tecnología, que ha sido validada a nivel industrial para lo que se ha contado con la empresa Biomasa del Guadalquivir, emplea además un sistema de aireación forzada en el interior de la cubierta.
De esta manera, al insuflar aire, se acelera la actividad de las bacterias aerobias, que son las encargadas de descomponer la materia contaminante en otras moléculas más simples y que son las que las plantas absorben a través de las raíces.
Este sistema tiene la ventaja adicional de que el proceso se agiliza unos dos meses en comparación con otros procedimientos de tratamientos de lodos en pilas al descubierto y de un mes en comparación con otro método clásico que emplea túneles de hormigón.
Resultados
Además de las ventajas del sistema propiamente dicho, la aplicación de esta tecnología también ha permitido conseguir un compost de alta calidad y elaborar una herramienta que es extrapolable a otras plantas de tratamiento.
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