La aventura de iniciarse en la hidroponía parece algo complicado, casi una osadía, pero en realidad es bastante fácil. Captar la idea es sencilla, tanto que podemos comprenderla de un modo que ni siquiera imaginamos, pero que nos es muy familiar… ¿Acaso de niños no hemos jugado a colocar una patata suspendida sobre un vaso con agua, sujetada con palillos para que las raíces pudieran acceder a ella? Pues ahí lo tenemos, este es el principio de la hidroponía, en el que se basará también el jardín que queremos iniciar.
Teniendo en mente aquella patata o boniato que se alimentaba con agua, sin tierra de por medio, entenderemos que la hidroponía es un método de cultivo en una solución sin suelo, si bien en lugar de agua puede haber otro tipo de sustrato o solución que permita a la planta nutrirse.
Por lo tanto, antes de abandonar la idea, si nos hace ilusión lanzarnos, vayamos a por ello sin dejarnos vencer por esa aparente complicación. No perdemos nada y, sin duda, los resultados pueden ser de lo más prometedores. En este post hacemos un repaso por las cuestiones más básicas que debe tener en cuenta alguien que sea nuevo en esta curiosa manera de crear nuestro jardín.
Empezar con lo básico
Precisamente porque estamos empezando, intentemos hacer las cosas fáciles. De hecho, lo son, porque la hidroponía es pan comido a nivel de usuario, es decir, si llevamos a cabo una jardinería básica, sin meternos a fabricar nuestros propios sistemas o soluciones, pongámos por caso.
Con el tiempo, la misma experiencia nos dará soltura y querremos ir avanzando. Sin darnos cuenta, iremos dando pasos en este sentido, pero hemos de saber que es posible inciarse en el cultivo hidropónico simplemente adquiriendo un sistema hidropónico (se comercializan kits domésticos, y un sinfín de modelos), nutrientes, un medio de cultivo y teniendo una fuente de luz. Obviamente, también habremos de tener las plantas y tiempo disponible para dedicarle, pues si bien no requiere una dedicación excesiva, sobre todo en los comienzos sí hay que dedicar un tiempo extra al aprendizaje.
En el cultivo hidropónico es fundamental conseguir que raíces que se sumergen no se pudran, algo que tampoco deberá preocuparnos en exceso si nuestro sistema hidropónico dispone de bombas de aire que lo impidan. Como ocurre con las peceras, la generación de burbujas de oxígeno en el agua airean el agua, con lo que el medio será idóneo y prevendremos este problema de un modo automatizado.
¿Dónde ponerlo?
La ubicación es importante por varias razones, como la temperatura, el acceso a la luz solar, y otros factores. Sin embargo, para empezar bastará con que sepamos que la hidroponía puede desarrollarse maravillosamente tanto en el interior como en el exterior. Si no tenemos acceso a la luz natural, las luces artificiales, como luces LED o fluorescentes de alto rendimiento. De hecho, muchos kits incluyen las lámparas para su cultivo en interiores.
Cultivo hidropónico orgánico
Y, la pregunta del millón, si te preguntas si puedes practicar un tipo de jardinería orgánica, la respuesta es afirmativa. Aún así, hay que puntualizar que el cultivo hidropónico no es orgánico simplemente porque no hay tierra y el concepto es distinto, pero no hay inconveniente en poder aplicar sus principios eligiendo semillas o plantas y fertilizantes que lo sean.
¿Y qué podemos plantar? Casi cualquier planta, ornamental o comestible, si bien es mejor descartar aquellas que tengan raíces poco profundas o sean demasiado pesados, aunque dependerá del sistema de hidroponía que adquiramos. Por último, si hacemos las cosas bien el rendimiento será superior al de la jardinería convencional.
Muy Bueno, Gracias por la publicacion
Hola Bárbara,
Gracias a ti por leernos y también por comentar. Un saludo!