El uso de la madera para calentarnos es eficiente y, a nivel ambiental, también posible sin aumentar la deforestación. Gracias a los derivados de la madera sostenible podemos reducir el consumo de energía en calefacción y, con ello, cuidar el planeta y también el bolsillo.
Sin embargo, sigue siendo una opción minoritaria que podría dejar de serlo si el recibo de la luz sigue disparándose como está haciéndolo últimamente. De igual manera que se puede recurrir a energías verdes procedentes del sol, del viento o del subsuelo, caso de la geotérmica, la madera puede ser una opción ecológica para calentar nuestro hogar.
Una calefacción ecológica
Emplear energías renovables y sostenibles para calentarnos, por otra parte, es una de las necesidades actuales. Tanto para apostar por opciones sostenibles como económicas, que sean bajas en carbono y también más asequibles con respecto a las opciones actuales. En este sentido, el autoconsumo está sumando puntos, aunque sea necesaria una normativa más favorable, lógicamente.
Mientras esperamos a que España vaya avanzando hacia los compromisos adquiridos en la Cumbre climática de París, cuyo Acuerdo está ya en vigor, la opción la madera para alimentar las chimeneas o las calderas que abastecen de agua caliente el hogar es una interesante opción. También luego, lógicamente, bien de forma aislada o idealmente complementándose con las opciones estrella del autoconsumo, como son las instalaciones fotovoltaicas y la eólica.
De hecho, un mayor uso de derivados de la madera ayudaría a reducir de forma significativa el consumo de energía, sobre todo en invierno, pues en la temporada de frío se requiere de un plus de energía. Nos lo recomienda Maderea, la plataforma para el fomento de la industria nacional de la madera, pero no solo se puede funcionar con pellets y troncos adquiridos. Obviamente, también puede optarse por utilizar la madera propia, por ejemplo, si se tiene acceso a madera tras la poda de los campos o el arreglo de los montes.
No es necesario talar árboles. Incluso podemos hacer nosotros mismos los pellets, de forma casera. Sin que deje de ser importante que la industria de la madera siga desarrollando energías renovables que permitan calentarnos de manera sostenible“, reclaman desde Maderea.
Suelos de madera sostenible
La colocación de suelos de madera es otra manera de reducir la sensación de frío en las casas recurriendo a este material. De nuevo, es obligado mencionar la importancia de que sean maderas certificadas, es decir, procedentes de bosques sostenibles.
Igualmente, podemos valorar otros factores importantes, como la huella de carbono añadida por el transporte, si bien hilar tan fino no suele ser algo fácil ni mucho menos factible tratándose de un producto que suele venir de lejos.
Sea como fuere, los suelos de madera ayudan a mejorar la calidad de vida, entre otros aspectos por la sensación de confort visual y también al caminar sobre ella. Además de confort, aporta calidez. Gracias a sus propiedades naturales actúa de aislante a nivel térmico y acústico, además de absorber la humedad y purificar el aire.
Eso, siempre que no hayan sido tratadas con productos químicos que reduzcan este tipo de ventajas, lógicamente. Según Isabel María Llorente, ingeniera forestal y co fundadora de Maderea, recomienda este tipo de suelo para lograr «eficiencia energética», ya que disminuye la necesidad de regular la temperatura de los hogares», explica.
En cuanto a la salud, aumenta el bienestar, ayuda a reducir el estrés y conviene especialmente a personas con reumatismo y problemas respiratorios. Igualmente, dentro de los aspectos ecológicos a tener en cuenta, recuerda que se trata de un material más «resistente y duradero» de lo que suele creerse. En definitiva, la experta considera que la madera significa respetar el medio ambiente y volver a la naturaleza para ganar en calidad de vida.