Ya sabemos la importancia de la polinización para la conservación de la biodiversidad y, en general, el medio ambiente. La situación cada vez más precaria de las abejas, principales agentes polinizadores de muchas flores, puede tener consecuencias catastróficas. Se está estudiando muy a fondo el tema porque es esencial para conservar la vida de este planeta.
Pero una científica quiere ayudar en este asunto desde otra perspectiva. Ha pensado en que hay que ayudar a los insectos a llegar a las plantas, primer e indispensable paso para que se produzca la polinización. Y, para ello, ha diseñado vestidos que atraen a los insectos polinizadores. Un paseo por el campo luciendo estos vestidos puede convertirse en la mejor (y más placentera) manera de ayudar al medio ambiente. Esto sí que es ropa ecológica cien por cien.
La científica que se ha metido a diseñadora de moda por una buena causa ha sido la doctora Karen Ingham, de la universidad galesa Swansea Metropolitan University. Los vestidos llevan estampados en forma de pétalos y colores iridiscentes, una imitación de lo que los insectos polinizadores perciben de las flores. Pero la atracción no es sólo visual. También olfativa, pues los tejidos han sido tratados con sacarosa y fructosa, sustancias que imitan el olor del néctar de las flores.
Su creación y venta se realiza con fines benéficos. Eso sí, son prendas únicas, pues sólo se ha elaborado una edición limitada. Además, también tienen como objetivo concienciar sobre la precaria situación de estos animales que realizan una función tan importante. Al fin y al cabo, la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad depende en buena medida de este tipo de insectos, no sólo abejas, sino también mariposas, polillas, etc., que la doctora Ingham quiere reivindicar, ya que parece que sólo se conoce el problema de las abejas. Si los perdemos, al cabo, perderemos también muchas plantas y, a continuación, animales, y así hasta llegar a lo más alto de la pirámide, donde se encuentra el ser humano.