Algunas veces, los objetos que ayudan a ser más respetuosos con el medio ambiente, a ser más eficientes, a ahorrar recursos, no son ni complicados ni caros. La imaginación al poder. Ecoimaginación, se podría llamar.
Es el caso de Waterpebble (literalmente, guijarro de agua), un dispositivo revolucionario diseñado para ahorrar agua, especialmente, en las duchas diarias. El creador de Waterpebble, Paul Priestman, señala que la idea se le ocurrió al leer uno de esos carteles que se encuentran en los baños de algunos hoteles: «Por favor, utilice el agua con moderación».
Waterpebble es único en la original forma con la que ayuda a reducir el consumo de agua. Es un dispositivo inteligente que va calculando el agua que cae por el agujero del tapón de la ducha (o del fregadero o cualquier lugar donde se use agua corriente).
La pequeña «piedra» memoriza la primera ducha para que sirva como referencia. A partir de ahí, Waterpebble indica, a través de una serie de puntos luminosos, a la manera de un semáforo, con suaves parpadeos, que van desde el verde hasta el rojo.
De esta forma tan sencilla y tan visual, el usuario puede ir comprobando los colores que aparecen en el dispositivo y reducir el tiempo de la ducha, ahorrando agua sin necesidad de pensar en ello. El uso del dispositivo puede lograr un ahorro de seis minutos por ducha, para cuidar no sólo el agua, sino también la energía con la que se calienta el agua. Si ves el color rojo, ¡sal de la ducha!
En un mundo donde cada vez es más importante el ahorro de un recurso tan esencial como el agua potable, un recurso al que, por otra parte, millones de personas no pueden acceder, los privilegiados que disfrutan de agua corriente, potable y de forma instantánea en su casa, tienen la responsabilidad de usarla de forma sostenible, tratando de no malgastarla en ningún caso.