Esto es lo que se puede llamar reutilizar a lo grande. ¿Qué hacer con un avión cuando se jubila, cuando ha acabado su vida útil y no puede volar más? Por supuesto, se puede reciclar. Pero también se pueden reutilizar. Por ejemplo, para construir una alargada y cómoda casa donde vivir.
Se solucionan dos problemas de una vez: la falta de vivienda y dar uso a los aproximadamente 12.000 aviones que estarán fuera de servicio para el año 2020. La Asociación de Reciclaje de Flotas de Aeronaves de Estados Unidos (AFRA, por sus siglas en inglés) calcula que ya se han abandonado entre 2.000 y 3.000 aviones en países en vías de desarrollo. Un desecho de un tamaño tan grande que ni siquiera parece basura.
Porque los aviones viejos tal vez no estén en buenas condiciones para volar (mejor no arriesgarse a saberlo, ¿verdad?), pero son construcciones robustas perfectas para vivir. En tierra y parados, eso sí. En Marana Aerospace Solutions, en Arizona, o en el Puerto Aéreo y Espacial Mohave, en California, se usan como casas.
Los motores se pueden vender y ser usados en otros aviones o en otros medios de transporte. Pero nadie quiere la estructura de un avión retirado. El espacio y la decoración puede ser original, ya que las paredes son curvas. Los decoradores de interiores lo ven como una oportunidad para sacar a relucir su creatividad en salas con formas que no suelen tener los edificios normales.
Hoteles, restaurantes, salas de reunión
Otra posibilidad es usarlos como restaurantes, bares, hoteles, salas de reuniones o espacios de coworking, tan de moda en los últimos tiempos. Una empresa californiana llamada MotoArt se ha especializado en diseñar mobiliario para aviones: camas, mesas y sillas para aviones desmantelados. También recogen piezas de las aeronaves y las transforman en muebles que venden para decorar casas normales. Bordbar, una empresa alemana, reutiliza los carritos de servicio de los aviones y los transforma en muebles útiles.
El bote de un viejo Boeing 307 de 1939 fue transformado en un bote para el mar que puede alcanzar los 25 km/h. Es el modelo Cosmic Muffin. Ese avión fue pilotado por el pionero de la aviación, Howard Hughes. Un bote reciclado y con historia.