Construir casas con residuos del cáñamo

Bloque canamo
El uso del cáñamo en la construcción es relativamente novedoso. En la eco arquitectura encontramos ejemplos de no más de dos décadas en distintos puntos de Europa, con sus lógicas particularidades.

Puesto que su utilización es muy versátil, se realizan adaptaciones en función de las diferentes circunstancias, entre otros factores el clima o, pongamos por caso, la mayor o menor abundancia de madera u otras alternativas. En España, por ejemplo, se utilizan los muros portantes de cáñamo, una peculiaridad que resulta especialmente ecológico y barato al prescindir de otros materiales que precisan una transformación en la que interviene un mayor gasto de energía.

Más allá del reciclaje

Las soluciones de cáñamo pueden ser de lo más variadas, y de hecho a menudo surgen novedades al respecto. Recientemente se ha presentado el denominado eco hormigón de cámaño, un trabajo de I+D llevado a cabo por el Laboratorio de Microestructuras del grupo Vicat.

El eco hormigón se ha presentado como un nuevo material que permite un sistema de construción de viviendas ecológico que aprovecha los desechos vegetales de esta planta, tal y como se explicó en su presentación, realizada en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la Universidad de La Laguna (ULL).

Una iniciativa que ha sido posible junto con el Cluster Construcción Sostenible y otras organizaciones, con la colaboración del gobierno autonómico tinerfeño. Según sus creadores, se trata de una interesante manera de construir, puesto que se trata del «mayor logro» en aspectos clave muy demandados en la construcción de viviendas, como es el aislamiento térmico y acústico, además de ser proteger frente a la humedad elevada y, por lo tanto, se traduce en ahorro energético y una mayor sensación de confort y bienestar.

Plantacion canamo
En la construcción, asímismo, se le aprecia por las mil y una posibilidades que brinda para su uso en morteros muy ligeros o mediante granulado, siendo aplicable en paredes, bajo cubierta e incluso en la solera.

El mortero aislante de cáñamo también tiene grandes posibilidades en proyectos a gran escala, tanto en obra nueva como en rehabilitaciones. En éstas resulta interesante no solo para añadir el tan necesario efecto aislante, que a menudo es la razón que las motiva, sino también por su ligereza, con lo que no sobrecarga las estructuras antiguas.

De este modo, favorece las rehabilitaciones, otra ventaja ecológica que ahorra desechos y recursos nuevos, un gesto ambiental que también resulta mucho más asequible para el propietario de la vivienda. Además, protege contra nubes electrostáticas exteriores que puedan producir campos electromagnéticos y trabajar con él no resulta tóxico.

Un material muy versátil

Se trata de una planta cultivada desde la noche de los tiempos, con un sinfín de aplicaciones (medicina, cosmética, tejidos, etc.) que, además, no cesan de aumentar. Ello ha provocado el aumento de superficie cultivada, un crecimiento que también ha impulsado su creciente uso en la construcción.

El cáñamo no solo se considera ecológico por su rendimiento como material de construcción. Además, constituye una alternativa a la madera de mayor sostenibilidad, pues su crecimiento es mucho más rápido y el uso de la planta es muy amplio, con lo que incluso los desechos encuentran utilidad.

De este modo, de un modo similar a lo que ocurre con el bambú, el cáñamo representa una solución interesante para contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. A su vez, ahorramos madera, con lo que sustituirla también redunda en la preservación de bosques, grandes sumideros de carbono que resultan decisivos para absorber CO2 en todo el mundo. Por su parte, también las plantaciones de cáñamo actúan como sumideros de carbono, y lo hacen en muy distintas latitudes sin dificultades.

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