Cada vez más personas optan por el cicloturismo a la hora de disfrutar sus vacaciones. Supone algunas ventajas: es beneficioso para la persona que lo practica, ya que se hace deporte, y se disfruta de los lugares que se visitan de una forma más relajada y, a la vez, más intensa, casi se podría decir. Pero, sobre todo, es una forma de turismo que respeta la naturaleza. La bicicleta es, en fin, una alternativa cada vez más usada para disfrutar de un ocio activo.
Muchos destinos turísticos organizan rutas de cicloturismo. Elegir una de estas rutas supone viajar de una forma más lenta, disfrutando del paisaje, de la gente, del patrimonio cultural… Un 30% de los viajes están motivados por la práctica de un turismo en contacto con la naturaleza. Sin duda, la bicicleta es la mejor forma de disfrutar de la naturaleza sin agredirla.
Las islas Baleares, en este sentido, son un paraíso natural. La economía de las islas depende en buena medida del turismo. Así que el futuro económico de la región pasa por la conservación de la naturaleza, de sus paisajes y de las transparentes aguas que bañan su costa.
Hay muchas propuestas de rutas de cicloturismo en Mallorca, Menorca y demás islas, con diferentes niveles de dificultad. Una forma de disfrutar las Baleares desde una perspectiva diferente.
Un viaje de denuncia, concienciación y diversión
Con la idea de promocionar este tipo de turismo respetuoso con el medio ambiente, un par de artistas del Circ Bover van a realizar la primera vuelta a la isla de Mallorca, no en bicicleta, sino en monociclo. El objetivo es recorrer el litoral de la isla en veinte días, incluyendo las cuestas de la Sierra de Tramuntana.
Además de animar a la práctica del cicloturismo, estos dos ecologistas quieren denunciar la degradación ambiental que se está produciendo en los últimos tiempos. En el viaje, se visitarán bibliotecas, escuelas y eventos solidarios realizando un breve espectáculo circense con el objetivo de crear conciencia ambiental.