Coches, ciclomotores, bicis… Cada vez más medios de transporte empiezan a llevar consigo el adjetivo de “eléctrico”. Una palabra que también está empezando a utilizarse en el sector aeronáutico. La prueba de ello es el avión X-57 Maxwell, que ha sido presentado por la NASA recientemente y que tiene la principal característica de que es pilotado de manera totalmente eléctrica. Un desarrollo con el que se superan importantes retos tecnológicos.
El avión
X-57 Maxwell. Este es el nombre elegido para el primer avión X, es decir, aeronaves experimentales de Estados Unidos que se emplean para probar nuevas tecnologías. Unos desarrollos que, en general, no suelen difundirse.
Sin embargo, no es el caso de este modelo diseñado por la NASA, que se acaba de presentar recientemente aunque, eso sí, se ha dado a conocer a través de imágenes conceptuales.
La principal característica de este avión es su configuración totalmente eléctrica, lo que se conoce como Modificación IV o Mod IV. Esto permite hacer demostraciones y pruebas con la tecnología utilizada con el fin de reducir el uso de combustible, así como de las emisiones y el nivel de ruido.
Para conseguir estos objetivos, el avión tendrá un ala delgada, de alta relación de aspecto, que ha sido diseñada para aumentar la eficiencia al reducir la resistencia al vuelo.
También contará con motores de crucero eléctricos con hélices de 1,5 metros de diámetro en las puntas de las alas. Con estas características, se consigue recuperar la energía que, con otro diseño, se perdería en los vórtices de las alas.
El modelo destaca a su vez por la adición de 12 motores y hélices de gran altura más pequeños en el borde de ataque del ala. Esto facilitará que el avión pueda despegar a velocidades estándar.
Estos motores son, además, los que se activarán durante el despegue, haciendo girar las hélices. También se activarán durante el modo crucero, cuando las palas de la hélice se plegarán a las góndolas para reducir el arrastre.
Los beneficios
Este avión presenta varios beneficios como una mayor eficiencia, además de reducir las emisiones de carbono. También el vuelo es más silencioso, lo que redunda en un mayor bienestar de las comunidades en tierra.
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