Macetas y jardineras originales con material reciclado

El reciclaje creativo orientado a la jardinería o incluso al cultivo de vegetales en un pequeño huerto tiene un sinfín de posibilidades. Atreverse es la palabra clave para lograr resultados fantásticos. Simplemente hemos de lanzarnos a crear de forma imaginativa o, si no hay magín, a aprovechar ideas como las que te damos en este post para convertir ese objeto desechado en originales macetas o jardineras.

Los cajones de un armario o cómoda, los bloques de hormigón, las botellas, las latas o incluso los cacharros de la cocina y hueveras son materiales excepcionales que nos brindan soluciones divertidas y la mar de decorativas.

Otra manera de aprovechar el terreno en un jardín o espacio de cultivo consiste en utilizar separadores de zonas. Podemos servirnos de botellas de cristal. Recolectaremos un buen número de ellas y las hundiremos en la tierra hasta la mitad, de dos en dos, una junto a otra, formando así hileras que nos permitirán dividirlo según nuestras preferencias.

El vidrio es un material perfecto para este uso, pues soporta la intemperie sin problemas, tanto el agua de riego como la lluvia, viento y desgaste general propio de exteriores. Formando círculos, rectángulos o cualquier otra forma obtendremos unas originales jardineras incrustadas en el mismo suelo. Y, por supuesto, pueden modificarse en forma y extensión tantas veces como se quiera.

Palets y cajones

Los palets también son perfectos para crear una especie de jardinera a partir de un cultivo realizado en el suelo. Como puede verse en la imagen, bastará con aprovechar los huecos que dejan los tablones para dejar que las plantas crezcan en hileras. Al ser de madera se recomienda una ligera elevación para que no esté en contacto directo con el suelo y recibir un tratamiento de barniz o similares para que la lluvia no lo deteriore.

Los cajones también pueden participar en la fiesta de las macetas imposibles. Sólo hemos de tener en cuenta que el riego va a acabar pudriendo la madera, por lo que se impone un tratamiento previo de la misma o ingeniárnoslas para evitarlo. ¿Cómo hacerlo? Si no queremos complicarnos la vida impermeabilizándolo, encajaremos en su interior un contenedor de plástico o especie de bandeja de dimensiones similares, y sobre éste colocaremos las macetas.

Otra opción es colocar sobre la bandejita un contenedor de paredes altas y utilizarlo como macetero, por lo que el cajón simplemente sería un embellecedor. Y, por supuesto, como también puede verse en la foto, pintarlo de bonitos colores lo hará resaltar.

Los ladrillos y bloques de hormigón colocados uno sobre otro permite formar jardines verticales realmente hermosos. En la imagen vemos cómo con varias decenas es posible montar una atractiva jardinera en forma de muro. Utilizando el mismo sistema, sería fácil hacer una más grande incluso, o varias más pequeñas e incluso utilizando sólamente un bloque.

Botellas, hueveras y más

Las botellas de plástico son una opción archisabida. Sirven para hacer riego por aspersión, para hacer macetas de toda clase e incluso jardines verticales. Se pueden decorar si se desea.

Las hueveras suelen utilizarse para hacer germinarsemillas que luego trasplantaremos a una maceta o a un pequeño huerto. Lo mismo puede hacerse con cualquier otro envase de reducido tamaño, como los vasitos de yogurs.

La imaginación nos dictará qué hacer, cómo transformar ese colador en una maceta colgante, esas botas de agua agujereadas en unas originales macetas o esas latas en unas macetas. Normalmente, la reutilización es más que suficiente, sin necesidad de hacer un bricolaje complejo. Como mucho, pintaremos, barnizaremos o, si fuera necesario, añadiremos unas cuerdas, cadenitas o colgadores para darles una segunda vida mucho más verde y floreada.